Mediante el entrenamiento, el
control mental permite entrar a niveles mentales profundos y permanecer
consciente, pudiendo visualizar acontecimientos, casi con la plenitud de la
realidad, que nos proporcionan los cinco sentidos físicos. Después de tu primer
acierto, empezarás a confiar más en tu imaginación.
En la actualidad, no se pone en
duda la existencia de la Percepción extrasensorial, PES. Se trata
de información del pasado, del presente o del futuro, procedente de un punto
cercano o distante, que se percibe, a través de un sistema sensorial, más allá
de los cinco sentidos.
Las técnicas de control
mental enseñan a desarrollar la PES en 4 sesiones:
- Primera Sesión: Se comienza con
un sencillo ejercicio de imaginación visual. En un estado
profundo de meditación, te proyectas enfrente de tu hogar e imaginas
que estás allí. Tomas nota de todo lo que ves antes de entrar por la
puerta principal, para ubicarte en la sala. Ves esta habitación por la
noche, con las luces encendidas y a la luz del día, con los rayos del sol
que entran por las ventanas, estudiando todos los detalles que puedas
recordar. Luego tocas la pared y entras en ella. Examinas su interior, la
luz, los olores, la temperatura y la solidez de los materiales. Cuando
estás nuevamente fuera de la pared y frente a ella, cambias su color a
negro, rojo, verde, azul, violeta y después le devuelves su color
original. Levantas una silla, que carece de peso en esta dimensión y la
estudias contra la pared, mientras cambias nuevamente su color.
Haces lo mismo con una sandía, un limón, una naranja, tres plátanos, tres zanahorias y una cabeza de lechuga.
¿Cuál es el sentido de esta sesión?
Simplemente
dejar que la mente lógica ceda su lugar a la mente imaginativa. Lamente
imaginativa, fortalecida por esta serie de ejercicios de visualización, estará
capacitada para más y al mismo tiempo se desarrollarán los poderes psíquicos,
contenidos en ella.
- Segunda Sesión: A lo largo de la siguiente sesión, te proyectarás mentalmente dentro de cubos o cilindros de metal en los que examinarás la luz, el olor, el color, la temperatura y la solidez, todo a un ritmo lo suficientemente acelerado para evitar que interfiera la lógica.
- Luego, examinarás un árbol frutal en
tu pantalla mental, a través de las cuatro estaciones y después te
proyectarás dentro de las hojas y los frutos.
El siguiente paso es la proyección dentro de una mascota. Examinarás a una mascota desde afuera sobre tu pantalla mental, cambiando los colores; luego entrarás mentalmente en su cerebro. Después de unos cuantos minutos de reconocimiento dentro de la cabeza de la mascota, emergerás para continuar examinándola desde afuera, concentrándote esta vez en el pecho. Penetrarás al pecho para examinar la caja torácica, la espina, el corazón, los pulmones, el hígado y volverás a salir.
- Tercera Sesión: En un nivel
de meditación profundo, construirás en tu mente un laboratorio
que incluirá un escritorio y una silla, un reloj, un calendario que
contenga todas las fechas, pasadas, presentes y futuras, además de unos
archiveros.
El siguiente paso consiste en equipar el laboratorio con “instrumentos", para corregir en forma psíquica las anormalidades detectadas en las personas, que serán examinadas al día siguiente. La mayor parte de estos instrumentos son símbolos, instrumentos simbólicos. Estas herramientas provienen de los niveles mentales profundos y la labor que realices con ellas, tendrán repercusiones en el mundo objetivo.
Al mismo tiempo, evocarás a tus dos consejeros, un hombre y una mujer. Estos personajes reales o imaginarios, se presentarán cuando requieras de su ayuda o consejo, probablemente sean una manifestación de la imaginación arquetípica o una personificación de la voz interna.
- Cuarta Sesión: A partir de aquí,
deberás trabajar con otra persona. Cada pareja de trabajo estará formada
por un psicorientólogo y un operador psíquico.
El psicorientólogo escribirá en una tarjeta el nombre de una persona que conoce, su edad, su ubicación y una descripción de algún padecimiento físico importante que le aqueje.
El operador psíquico, en este caso tú, entrarás a nivel y el psicorientólogo te dirá el nombre, la edad, el sexo y la ubicación de la persona cuyo nombre está escrito en la tarjeta. Examinarás el cuerpo de esa persona, por dentro y por fuera, en la forma ordenada en la que ha sido entrenada tu imaginación, consultando con tus consejeros cuando te resulte necesario y de tal modo, descubrirás qué es lo que aqueja a esa persona.
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