Carta Primera
LA DANZA DE TU PRESENCIA

Que bueno, importante y sobre todo conmovedor es estar aquí, en esta Tierra Madre. Que bueno es comprobar la vida como experiencia vital y única, mi vida, tu vida, nuestra vida, que palpita misteriosamente debajo de la piel, recordando otros mundos interiores e invitándonos a soñar y a investigar esos mundos.

Como humanos, como vidas, somos nuevos en esta Tierra Madre, y aunque nuevos también pertenecemos al antepasado de dioses, poderes y hasta animales desaparecidos. Los llevamos allí en la mente, en el cuerpo, en el ADN y en nuestros sueños. Cada uno de nosotros es un umbral, una puerta a un mundo interior, que si nos entretenemos nos embelesamos con el exterior, nos irá invadiendo, moldeando experiencias y situaciones hasta que nos demos cuenta de que necesitamos detenernos y notar la presencia de nuestras almas, de nuestra magia y de nuestro poder de crear y recrear nuestro mundo.

Ese viaje interior es el comienzo de un retomar de la conciencia. Esta primera carta es una invitación a un sacramento: tu Presencia Humana, que rinde homenaje al Universo. En ese sacramento de presencia y alegría está contenido un poder capaz de transformar tu vida en un viaje de esperanza y fe. Créeme cuando te digo que sin duda Dios está contigo cada momento de tu vida, baila en tu interior como un cirio ardiendo y puede soplar la tormenta más terrible afuera, pues su luz permanece tranquila y cálida, esperando que tus ojos se cierren al mal tiempo y vean la claridad que existe en tu interior. Es el mismísimo Dios que se honra con tu presencia, se complace en tus sueños y te cobija bajo su luz cada momento de tu vida.

Mi primera invitación es mirarte de frente, detalladamente. Sentir tu presencia, afianzar tu peso sobre esta Tierra Madre, dejar que ella te apoye, te sostenga. Inspirar profundamente y mientras exhala cerrar los ojos y darte cuenta que estás en presencia de un Ángel, de un poder inmenso conectado con la fuente de todo lo que es. Un poder que emana del único poder trascendental y transformador: LA BONDAD. Siente ahora bondad por ti desde el interior. Te regalo bondad, regálame tu bondad y transforma mi vida.
Que el Dios te haga llegar las otras seis cartas, te transformarán en un ser pleno de amor, paz y prosperidad.
Las cartas no se venden, se regalan o intercambian, y en su conjunto forman un círculo de entrada y salida para tu interior, para crear una experiencia vital más fluida y más prospera en todas sus formas.

“Amanezco hoy, por la fuerza secreta de Dios que me guía”.

Un regalo de:

EUROBORUS.
goethiaa@gmail.com *