Repuesta a sus inquietudes

El poder de las tinieblas, al final, perece en su propia oscuridad, ya que el mal tiene que caer por sí mismo en el preciso momento en que ha vencido por completo al bien y ha consumido la energía a la que debía su duración.

I CHING, hexagrama 36,
6 arriba.

CONVERSATION

0 comentarios: