Leve historia de la Bruja
Hace poco tiempo conocí a un
grupo de “brujas y brujos” que practicaban el “empoderamiento” como base para
su crecimiento personal y mágico. Todo muy bien si no fuera por estar
orientados en sus prácticas por varios puntos contradictorios.
Uno de ellos, quizás el más leve,
es la idea que la palabra bruja, Witch en inglés, proviene del término “Baq”
del antiguo Egipto y que significaba “mujer empoderada”. Craso error, en español
la palabra bruja es de etimología desconocida, incluso existen diferentes teorías que explican que probablemente proviene de alguna de las lenguas habladas en España como por ejemplo del gallego o del
catalán o incluso del vecino portugués.
Y es que ni la grafía ni la
pronunciación se parece en las lenguas hermanas del egipcio, como el árabe que bruja se dice“sahira”, en turco “cadi” entre otros.
Y por otro lado, la raíz más
aceptada sobre el origen de la palabra Witch, bruja en inglés, parece provenir
de Wise, saber o tal vez de Wiccian que sería practicar hechizos, muy
emparentados con el antiguo alemán wikken, wiken etc. muy alejado del romántico
egipcio. Es así como vemos que algunos “empoderados” inventan explicaciones a
todo trance para lograr mayor número de audiencia y así tratar amoldar toda una
tradición a sus antojos, casi siempre para darle un barniz de antiguo saber y
verdad.
Otra parte de este argumento es
que las brujas y brujos no necesitaban empoderar nada, vivían aparte, sin
querer formar parte del poder ni de las voluntades de los hombres, en sus dominios
que es la Sombra de la humanidad. Es la tradición occidental, sin criticar, que
introduce todo esa necesidad de ser centro, tener nombre, poseer cosas, mostrar
un show con luces y bambalinas como forma vida y ser feliz a todo trance. Pero
la brujería es el camino por el jardín del lado oscuro, la tangente al ciclo
natural de la luz y de la sociedad, es bajar al lado oscuro y caminar sus
senderos para conocerse cada vez más, deshojarse y germinar, pero sin tantos
selfies y demás gestos “egomaniacos” que nos consumen ahora.
Hay brujas y brujos que no
practican la brujería por ser un acto malo y por el contrario se disfrazan de hadas madrinas, que se llenan de ideas de la nueva era, sobre el perdón a todo trance, que son coach confundiéndolo con magia y rituales, de PNL. Quue ejecutan actos mágicos adornados de ángeles y serafines con sermones de la Biblia, que leen un tarot
prejuicioso de ángeles rechonchos o manieristas, también hay aquellos que
adoptan una pose de “actor de Hollywood”, de Madre Teresa o esa pose que no
entendemos de cómo el cuello puede torcerse tanto para cada foto y que se aprenden en marketing para encajar.
Brujas y brujas que jamás han
caminado un monte, visitado una cueva y menos tomado un enteógeno ni mucho
menos asistido a un baile del Sabbat. Brujos que siguen confesándose y comulgando, que se persignan
asustados frente a Hécate o Lilith, que siguen buscando ese orden bipolar en el
Universo del bien y mal o del blanco y negro, que lanzan hechizos para ganar la lotería y
para alcanzar el amor, usan baños de aguas coloreadas de químicos y olores artificiales. Brujos que jamás hablan de la muerte, le temen a Eros y disimulan la vida. Y
olvidan sin embargo que la brujería nace del Caos, como lo recordaba Ericto la
bruja de Tesalia, y vuelve a él.
Una de las primeras claves de la
bruja o del brujo está en la descripción que hace Lucano en las Farsalias, para aquel entonces los oráculos, la astrología, los adivinos lícitos eran parte de la
religión aceptada y más allá de la ciudad, de ese orden, del engranaje de la
sociedad, en el monte y a la orilla de los mundos, experimentando su propia realidad
y caos, vivían las brujas. Ellas, únicas que obligaban a dioses, espíritus y al
mismo destino a oírlas y hasta obedecer, sin miedo a lo que ello pudiera traer como consecuencia.
Por ejemplo la Maga o Bruja
Ericto, ya citada, por quien Lucano no oculta su asombro, cuando ve en ella un
poder capaz de subvertir el orden natural, de doblegar la voluntad divina y amenazar
los poderes del inframundo para cumplir su voluntad que no está fijada a ningún
juramento. La bruja en este caso desarticula el funcionamiento de la realidad,
de la sociedad y del funcionamiento de leyes morales y naturales que Lucano
consideraba inviolable. Y todo esto puede ser leído como una metáfora donde lo exterior
e interior se confunde.
Y es en ese sentido la Tradición
permanece y sobrevive en silente visión, mientras las modernas "brujas y brujos" sin contacto con su sombra y miedos se toman un selfie en un ritual y lo suben como magia a Facebook. El ritual y camino Sin otro sentido que lucirse.
Otro punto débil en este camino
es la falta de lectura, la inexistente voluntad de buscar la historia de la tradición, bien sea cercana
o universal, de aprender sobre plantas y tradiciones, es lamentable que en la época de mayor información disponible, el
conocimiento en las personas sea tan precario y hablo de las personas en
general, pero esto es imperdonable en el practicante de la tradición, sea cual sea su filiación.
Unas pocas recomendaciones:
Julio Caro Baroja Ritos y mitos equívocos.
Christoph Daxelmüller Historia dela magia social.
Lucano Farsalia.
Raymond Bloch La adivinación enla antigüedad.
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